Uno de los fenómenos más preocupantes en este sentido, es el acoso escolar y el ciberacoso – en inglés bullying y cyberbullying respectivamente. Son formas de violencia entre
iguales que se dan tanto en la escuela –acoso– como en el contexto social cibernético –ciberacoso– que se establece a partir de las relaciones que emergen en la vida escolar. En este ámbito se presentan otras formas de violencia como la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal.
iguales que se dan tanto en la escuela –acoso– como en el contexto social cibernético –ciberacoso– que se establece a partir de las relaciones que emergen en la vida escolar. En este ámbito se presentan otras formas de violencia como la represión, la discriminación, la homofobia, la violencia sexual o el castigo corporal.
El Estudio sobre violencia contra la Infancia de Naciones Unidas analiza las diversas formas de violencia contra los niños y las niñas y los ambientes donde se da esa violencia y propone recomendaciones para promover la protección. Naciones Unidas reconoce que la violencia entre pares tiene efectos negativos en la salud física, el bienestar emocional, el rendimiento académico, especialmente si dicha violencia se repite en el tiempo o es severa, además de influir en el clima escolar del centro educativo. (Más adelante se retoman los aportes más relevantes respecto a las consecuencias de estas formas de violencia.
Este estudio hace referencia a una investigación sobre acoso escolar en 28 países europeos que encontró que los síntomas físicos de los niños y las niñas que habían sido
víctimas de acoso escolar incluían: dolor de cabeza, dolor de estómago, dolor de espalda y vértigo y los síntomas psicológicos incluían mal genio y nerviosismo, sentimientos de soledad e impotencia. El mismo estudio halló que, según los propios niños y niñas, cuanto más frecuentemente habían sido acosados más síntomas de mala salud tenían. Naciones Unidas considera que estas formas de violencia vulneran los derechos de la infancia.
víctimas de acoso escolar incluían: dolor de cabeza, dolor de estómago, dolor de espalda y vértigo y los síntomas psicológicos incluían mal genio y nerviosismo, sentimientos de soledad e impotencia. El mismo estudio halló que, según los propios niños y niñas, cuanto más frecuentemente habían sido acosados más síntomas de mala salud tenían. Naciones Unidas considera que estas formas de violencia vulneran los derechos de la infancia.
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